
6 Imágenes



Desde sus inicios, Doom ha compartido un vínculo inseparable con la música metal. Un solo riff de cualquier banda sonora de Doom o un vistazo a sus imágenes demoníacas revela instantáneamente esta conexión. La combinación característica del juego de llamas, calaveras y criaturas infernales bien podrían servir como decoración escénica en un concierto de Iron Maiden. Esta influencia metal ha evolucionado junto con la jugabilidad de la franquicia a lo largo de sus 30 años de historia, progresando desde sus raíces thrash hasta el contundente metalcore de Doom: The Dark Ages.
La banda sonora cargada de adrenalina del Doom original de 1993 se inspiró en gran medida en los titanes del metal de finales de los 80 y principios de los 90. El cocreador de la serie, John Romero, ha citado a Pantera y Alice in Chains como grandes inspiraciones, lo cual es evidente en pistas como E3M1: Hell Keep's "Untitled", que presenta un riff casi idéntico al de "Mouth for War" de Pantera.
La icónica partitura de Bobby Prince encarna la esencia digital de pioneros del thrash metal como Metallica y Anthrax. Estos ritmos impulsivos guiaban a los jugadores por los corredores de Marte con la misma urgencia que los solos abrasadores de Kirk Hammett, complementando perfectamente los disparos de la escopeta y la carnicería de la BFG.
Doom 3 de 2004 marcó un cambio radical, adoptando un enfoque de terror de supervivencia que requería un sonido más oscuro. Aunque la participación de Trent Reznor no se concretó, los compositores Chris Vrenna y Clint Walsh crearon una banda sonora inquietante, inspirada en Tool, que reflejaba el ritmo pausado del juego. El tema principal podría encajar perfectamente en "Lateralus" de Tool, con sus complejos compases creando una atmósfera perturbadora.
El reinicio de Doom en 2016 hizo rugir de vuelta a la franquicia con la innovadora partitura de Mick Gordon influenciada por el djent. Las frecuencias de bajo sísmico y las guitarras de motosierra de la banda sonora se sincronizaban perfectamente con el combate brutal del Slayer, creando lo que muchos consideran el logro musical definitivo de la serie.
Doom Eternal expandió este sonido hacia el territorio del metalcore, incorporando influencias del trabajo de Gordon con Bring Me the Horizon y Architects. Aunque fue controvertida debido a disputas de producción, la partitura rompió límites con breakdowns contundentes y elementos electrónicos que coincidían con la jugabilidad más rápida y vertical del juego.
Doom: The Dark Ages parece sintetizar estas eras musicales. Los primeros avances de gameplay revelan una mezcla de breakdowns al estilo de Knocked Loose y elementos thrash de antaño, reflejando tanto los temas medievales del juego como el espíritu clásico de Doom. El combate más lento y pesado, que presenta golpes de escudo y mecás masivos, exige composiciones igualmente poderosas pero flexibles.
A medida que el metal moderno continúa experimentando con elementos electrónicos y de fusión de géneros, Doom: The Dark Ages parece listo para ofrecer otra banda sonora histórica que honre las raíces de la serie mientras avanza. Con los nuevos compositores Finishing Move al frente, los fanáticos pueden anticipar una partitura tan devastadora como el nuevo arsenal del Slayer cuando el juego llegue el próximo mes de mayo.